VIDA Y MUERTE
Escrito por Rubén
Regrese a casa después de una dura jornada de trabajo. Me tire de plancha al sofá cuando al instante sonó el teléfono. Me levanta a por el y me puse a hablar. ¿Dígame?
Hola llamo desde el hospital la virgen del cruce, le comunico que su hermano Adolfo ha tenido un accidente de tráfico.
¿Esta muy grave? le dije yo.
Pues la verdad es que si pero intentaremos hacer lo que podamos.
Bueno ya me dirijo hacia el hospital. Adiós.
Adiós.
Colgué el teléfono me puse la chaqueta y me baje al coche.
Cuando llegue al hospital me fui hacia recepción.
Perdone.
Si dígame.
Hace ya unos quince minutos me llamaron a casa diciéndome que mi hermano ha tenido un accidente de tráfico.
¿Me puede decir como se llama su hermano por favor?
Si se llama Adolfo.
Espere un segundo ahora vuelvo. No se mueva.
Estuve esperando un rato hasta que la chica regreso de nuevo.
Si su hermano se encuentra ahora mismo en quirófano.
¿En que planta esta el quirófano?
Esta en la primera.
Muchas gracias.
Subí en el ascensor a la primera planta y estuve esperando en la sala de espera.
Después de aproximadamente una o dos horas el doctor salió del quirófano y se dirijo hacia mí diciéndome:
¿Eres tú el hermano de Adolfo?
Si ¿qué tal ha ido todo?
Siento decirle que hemos hecho lo que hemos podido lo siento.
Entristecido me di la vuelta y salí del hospital. Cogí el coche y me fui para mi casa.
Al día siguiente fue el funeral y me dirigí allí. Estuve un rato pero antes de que al funeral hubiese acabado cogí el coche y me fui.
Pasaron los años y el día 27 de julio me dirigí hacia el cementerio ese día era el cumpleaños de mi hermano Adolfo.
Al llegar al cementerio estuve una media hora o tres cuartos de hora al lado de la tumba de mi hermano. Después me metí en el coche y arranque. Ya estaba llegando a mi casa cuando al darme la vuelta vi la figura fantasmal de mi hermano que dijo:
Adiós hermano
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