viernes, 7 de noviembre de 2014

MANSIÓN NEGRA



MANSIÓN NEGRA



Escrito por Freddy87


Una niña llamada Maria desapareció de un pequeño pueblo, todos los habitantes excepto sus tres hermanos, Pablo (23), Nicolás (20) y Agustín (15) se mostraban indiferentes respecto a lo que había ocurrido. Cruzando un bosque donde se sitúa un cementerio se encontraba una gran mansión deshabitada, de ella se decían muchas cosas, se decía que se escuchaba la música de un piano, gritos desgarradores y que algunas veces alguien se asomaba de un gran ventanal.
Nada de esto iba a impedir que sus hermanos la busquen y efectivamente decidieron adentrarse en el bosque en la noche, ya que había gente cuidando el cementerio y al estar oscuro podían pasar desapercibidos.
Los tres valientes muchachos llegaron hasta el cementerio, entre la neblina asomaban las lapidas, los ojos enormes y amarillentos de los búhos los vigilaban atentamente. Todo estaba en silencio hasta que escucharon un ruido, a lo lejos pudieron ver que un hombre estaba cavando una tumba, sin darle mayor importancia siguieron adentrándose en el bosque hasta llegar a unas rejas, eran las rejas de la entrada a la enorme mansión, treparon lentamente intentando no hacer ningún ruido y se acercaron a la puerta de entrada. Antes de que Pablo llegara con su mano al picaporte la puerta se abrió lentamente haciendo un pequeño ruido, prendieron sus linternas y entraron sigilosos alumbrando cada rincón de la mansión.
Una larga escalera llevaba al segundo piso, cuando Nicolás puso un pie en el primer escalón quedaron paralizados, sus cuerpos temblaban y el sudor comenzó a correr por sus cuerpos al escuchar que desde arriba alguien tocaba "Para Elisa" en el piano. Con las pocas agallas que les quedaban subieron rápidamente cruzaron un largo pasillo y abrieron la puerta de la habitación donde provenía la música, ninguno lo podía creer, la que tocaba el piano era nada mas y nada menos que su hermanita. Pablo la llamo tartamudeando y la niña dejo de tocar, levanto su cabeza y miro hacia donde estaban ellos, pero no había con que mirarlos ya que la pequeña no tenía sus ojos. Un relámpago alumbro por completo la habitación y simultáneamente la niña desapareció, los muchachos comenzaron a correr desesperados por salir de la mansión, al salir de ella sin darse cuenta los tres tomaron distintos caminos.
Mientras Pablo corría comenzó a escuchar gritos desgarradores y si, los gritos eran de sus hermanos, llego hasta el cementerio y vio que el hombre aun seguía cavando, se dirigió rápidamente hacia el, tomo un poco de aire y alcanzo a pedir ayuda. El hombre lo miro sonriente, parecía estar disfrutando la situación, con un dedo señalo hacia la mansión y Pablo quedo boquiabierta al ver que desde el gran ventanal de la mansión yacían colgados de una soga al cuello sus dos hermanos y su hermana. Al ver que el hombre se acercaba hacia el, grito, grito por última vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario