domingo, 9 de noviembre de 2014

EL HOTEL DEL MISSISSIPPI

EL HOTEL DEL MISSISSIPPI 



Escrito por Olgela


Hace 200 o 300 años en una mansión cerca del río Mississippi, vivía una familia muy adinerada descendientes de un fundador de la región. Un día la señora de la casa, invitó a unas amigas a merendar en su preciosa casa. Una de las criadas, quiso escuchar lo que decían y puso la oreja en la pared de la habitación donde se encontraban las señoras.
El señor de la casa la vio y la cogió con rabia y desprecio por el brazo hasta llegar a la cocina. Llamó a tres criados más y entre ellos inmovilizaron a la pobre mujer. El señor cogió un cuchillo y lenta y dolorosamente le cortó la oreja. Sus palabras fueron: " Eso solo te lo hago para que aprendas a ser menos cotilla, si lo vuelves a hacer ya sabes lo que te haré"
La mujer aún sangrando se encerró en el sótano y se puso a llorar desconsoladamente. Muy enfadada y dolida, quiso hacer venganza.
Compró unas setas venenosas en el mercado y las colocó dentro de una tarta que luego sus amos comieron. La señora y una de sus dos hijas murieron en el acto. El señor y la otra pequeña, como no comieron demasiado no se envenenaron. Al cabo de unos días el señor con la ayuda de siete sirvientes cogieron a la "asesina" la ataron con unas cuerdas y la colgaron del árbol más grande del jardín.
Años después la casa se convirtió en un hotel y muchas personas que se hospedaron allí aseguran haber visto a una niña pequeña sentada en un sofá llorando desconsoladamente. Otros afirman haberse sentado en el banco de debajo del árbol donde colgaron a la criada y ver a una mujer de color que les empuja y les hace caer del banco con una fuerza y un odio increíbles.
Muchos empleados del hotel también han notado presencias "fantasmales" en muchas de las salas del hotel y hasta un técnico paranormal que se hospedó en una de las habitaciones hizo unas fotografías del tejado de la casa donde se pueden ver una niña y una mujer sentadas allí y con la mirada perdida.
El hotel está abierto y todo el que quiera lo puede visitar.
¿Os atrevéis a pasar una noche allí?

EVA


EVA



Escrito por Pepo Madruga




Al igual que cada día, Eva se disponía a bajar con bastante pereza las escaleras de la estación de Metro.Sumida en sus pensamientos dejaba atrás un tramo tras otro de inclinados y fríos peldaños de metal, los cuales, tras cumplir su dura misión de soportar el peso de miles de almas se escondían tras el fondo de la rampa para mas tarde volver a emprender su labor, al fin y al cabo, su vida no era muy diferente a la de las personas que castigaban cada ida su esqueleto metálico.

Al llegar al andén, se quedo sorprendida de lo sola que estaba. Bueno, pensó, tal vez había perdido el ultimo tren, lo que la serviría para saborear el primer cigarrillo de la mañana.
Ese era uno de sus momentos favoritos del día.Sacó el paquete de su viejo bolso, encontrar el mechero y ese era otro cantar, no se caracterizaba por su orden precisamente. Allí estaba. Al final, como siempre.

Encendió el pitillo e inhaló profundamente mientras contemplaba un enorme cartel publicitario. En el mismo se podía ver al guapo de moda luciendo un diminuto slip que a duras penas podía contener lo que dentro encerraba.

Fue tal su entusiasmo, que con la sorpresa dejó caer el mechero.Se rió de si misma y se dispuso a recogerlo aunque no llegó a conseguirlo.Bajo sus pies notó como el suelo perdía la verticalidad, aterrada miró a un lado y a otro, dándose cuenta de que seguía sola en el andén. Retrocedió mientras contemplaba como el encendedor caía hacia la vía. No podía dar crédito a lo que la estaba sucediendo.Entre tanto pudo aferrarse al asiento que tenia mas próximo, algo que no sirvió mas que para alargar su agonía.Poco a poco el suelo iba desapareciendo de sus ojos. El crepitar de un nuevo tren se dejaba sentir al fondo del túnel. Su corazón se quería escapar de su pecho. Fue entonces cuando el asiento al que se aferraba también comenzó a inclinarse.Sus brazos ya no podían soportar mas el peso de su cuerpo. Un grito desgarrador hirió sus cuerdas vocales al comprobar que la solidez del único elemento que la separaba de una muerte segura desaparecía.

Poco a poco el plástico de la silla dejó paso a una sustancia viscosa que se iba escurriendo entre sus dedos.
Sintió el temblor. Caería a las vías y su cuerpo quedaría reducido a una masa informe.

El reloj despertador comenzó a rugir.
Una vez más se repetía el terrible sueño.
Se incorporó rápidamente y sintió su cuerpo empapado en sudor frío.

Miró a un lado y al otro asegurándose de que se encontraba en su habitación.Sintió un profundo alivio. Con prisa, abrió la persiana y dejó pasar el sol de la mañana.El ritmo cardíaco fue tomando su pulso normal.
Se dirigió al cuarto de baño.Tomó una ducha y se dispuso a preparar un contundente
desayuno.

A sus 39 años Eva era una mujer que aparentaba bastantes mas, debido sobre todo a su
aspecto poco agraciado y a algunos kilos de mas, aunque lo que definía su personalidad era
su semblante serio y poco sociable.
En menos de tres minutos ya había devorado el desayuno.

Sonó el teléfono.
¿Sí? Contestó.
¡Hola hija! ¿Como estás?.
Bien, aunque un poco cansada.
¿Pasaste mala noche?.
Si.
¿Has vuelto a tener ese terrible sueño?
Si. Aunque esta vez a sido peor que nunca.
Deberías consultar con un especialista
¿Un especialista? ¿De que ?, ¿De sueños?. No digas tonterías mama.
No son tonterías. No puedes seguir así.¿ No ves que cada vez afecta mas a tu vida?
Bueno, dejémoslo estar.¿Para que me llamabas?
Tu como siempre tan comunicativa ¿No?.
Tengo prisa. Llegaré tarde al trabajo.
Solo quería recordarte que el próximo viernes es el cumpleaños de tu hermana, por que
pensarás llamarla ¿O no?.
Ya, ya lo sabia mintió..
Hace mucho tiempo que no os veis, y se que ella lo está deseando.
¿Que lo está deseando?.Por eso me llama tan a menudo.
También tu podrías hacerlo.
Bueno bueno ya está bien contestó irritada Siempre acabamos hablando de lo mismo.
Como quieras.Pero recuerdalo,sois hermanas, y eso es algo que no puedes cambiar.
Si claro. ¿Algo mas?.
No, nada mas. Un beso de tu padre.
Otro para el. Adiós.
Adiós hija.
Colgó el auricular de un golpe.
Menuda manera de comenzar el día, pensó.
Por lo menos la llamada le había servido para quitarse de la cabeza, aunque solo fuera por un momento, de la noche que había sufrido.

En el fondo su madre tenia razón.Era demasiado tiempo padeciendo el mismo sueño que
la torturaba una noche tras otra., y lo peor, cada vez iba a mas, lo sufría con mas intesidad.Ya no pensaba en otra cosa a lo largo del día.

Se hacia tardee abrió el armario del dormitorio y saco lo primero que encontró.No podía decirse que perdiera el tiempo pensando en que ponerse. Salió de casa apresuradamente y se dirigió como cada día a la estación de metro que estaba muy próxima a su casa.
Era inevitable.Todos los días sentía la misma sensación de pánico al entrar en la estación.Cada tramo de escaleras se hacia interminable.

Al llegar al andén se colocaba lo mas lejos posible de las vias.De esa manera se sentía mas segura. Cada segundo que pasaba antes de llegar el tren se le hacia interminable.
Por fin. Allí estaba.puntual como casi siempre.Aliviada esperó a que estuviera totalmente parado para subir, no sin antes asegurarse en todo momento de que alguíen estuviera a su lado. A pesar de estar el vagón totalmente atiborrado se sintió sumamente cómoda y tranquila. Un día mas había pasado la prueba, sabia que si conseguía dominar sus fobias estaría a salvo, al fin y al cabo, no eran mas que sueños, malos sueños.

Diez horas mas tarde ya estaba de nuevo en casa. Un día más.Igual que todos los demás.Trabajo, trabajo y luego mas trabajo. Por lo menos mantenía la mente ocupada.
Pasaba gran parte de su jornada laboral, encerrada en el oscuro almacén de una gran superficie comercial. Ordenando,contando,archivando, volviendo a contar y volviendo a archivar.Así todos los días desde hacia ya veinte años.
La monotonía formaba parte de su ser.

Siempre que entraba en su casa, casi de forma instintiva, se dirigía inmediatamente al frigorífico.Hacia un repaso para que mientras se desvestía poder confeccionar un menú. Volvió a la cocina.Ya lo tenia decidido.Empezaría con un plato de pasta fría para seguir
con un generoso pedazo de queso fuerte y para terminar tarta.
Como era habitual en ella, en menos de quince minutos ya había dado cuenta de la suculenta cena.Dejó de cualquier manera la pequeña mesa de la cocina en la que todavía reposaban los restos del desayuno.

Ya recogeré mas tarde pensó.
Pasó al salón, frente al televisor, como no. Después de pasar un rato cambiando de un canal a otro, decidió estacionar en un programa que repartía lágrimas por los cuatro costados.
La digestión de la pesada cena, empezó a hacer su efecto.
El mando a distancia que siempre mantenía en su mano como si alguien se lo fuera a quitar, cayó al suelo. El asiento se iba estirando como si de una enorme goma elástica se tratara.
Cada momento que pasaba estaba mas cerca.

El tren ya entraba en el andén, el cual ya casi había desaparecido. En su lugar solo quedaba un profundo y oscuro abismo por el cual pasaría en un instante el monstruoso convoy, que ajeno a su presencia continuaría su marcha hacia no se sabe donde.
No podía soportarlo mas. Había llegado el momento. Se dejo caer.
El tremendo ritmo de su corazón provocó un espantoso vómito. Vació en su propio regazo sintiendo la acidez en su garganta.
No podía seguir así. Ya se repetía en cualquier momento. Estalló en un profundo llanto.
En ese momento hubiera deseado tener a alguien a su lado. Alguien a quien poder contar lo mucho que estaba sufriendo, transmitirle su desesperación.
Pero eso no era posible. Su carácter la había llevado a sufrir ese terrible mal que es la soledad.
Resignada se levantó. Asqueada contempló como su regazo se había convertido en una enorme plasta compuesta por spaghetti con salsa de tomate y diminutos pedazos de queso.

Con poca delicadeza, como en ella era corriente, se levantó para ir al baño, lo que provocó que según iba caminando fuera dejando un reguero de salsa especialidad de la casa.

Una vez aseada y ya mas tranquila, si es que eso era posible, entró en su dormitorio dispuesta a pasar una larga noche en vela.
Pasadas al menos tres horas; Eva se sentía rendida. Por mucho que lo intentara llevaba demasiado tiempo pasando malas noches como para poder vencer al sueño, y como era de esperar no lo consiguió.

Por un momento pensó que había despertado. Pero no era así.
Estaba dentro de uno de los vagones del tren.
OSCURO
MUY OSCURO.
La penumbra solo se veía rota al final del largo pasillo que formaban las dos hileras de asientos
Ya no podía distinguir entre la vigilia y el sueño.
Pero estaba VIVA y por el momento eso era suficiente.
Inmediatamente reparo solo por instinto en la tenue luz del final del vagón.

Hubiera preferido no hacerlo. Pudo observar un grupo de figuras. Presentaban un aspecto amenazador.
La estaban observando pacientemente, sin prisa. Tenían todo el tiempo del mundo. Aterrada retrocedió.
Sus "ACOMPAÑANTES" de viaje se aproximaban lentamente
A medida que ellos avanzaban, ella retrocedía. Pero su espalda choco con la pared.
Estaban cerca, MUY CERCA.
Su caminar era lento y pesado. De pronto se detuvieron.
Quería despertar, pero no podía. Estaba en un callejón sin salida.
Su terror era tal que no podía moverse. Intentó gritar, pero su garganta no respondía.
El tren seguía su camino, rápido, cada vez mas veloz. No había estaciones en las que tuviera que parar.
Sus ojos, casi fuera de las órbitas, se fueron adaptando a la oscuridad. Ya casi podía distinguirlos.
Hubiera preferido no poder hacerlo.
Eran seis. De diferentes alturas. Incluso uno de ellos bien pudiera ser un niño pensó, o un enano.
Alzó la mirada para fijarse en sus rostros.No pudo distinguir sus facciones. Era imposible poder hacerlo
ya que no existían. Sus rostros no eran mas que una sombra a través de la cual podía ver la luz de fondo del vagón.
No sabia por qué, pero el pánico que sentía en un principio, dejo paso a una sensación de paz.
Pero solo era eso, una sensación.
Uno de ellos, el mas alto, extendió su mano hacia ella.
Eva se dejó llevar y la aceptó.
Como si de una vieja película de cine mudo se tratara, vio, a través del rostro del extraño, como pasaba a
vertiginosa velocidad lo que había sido su vida hasta ese momento.
Contempló su nacimiento
La cara de felicidad de su padre mientras la estrechaba entre sus brazos. Vio como crecía. Su viejo colegio. Sus compañeras de clase. Una adolescencia llena de episodios tristes; los corrillos que formaban a su paso los jóvenes del instituto mientras hablaban por lo bajo y se mofaban de su aspecto.
De nuevo la imagen de su padre , seria, fría, intentando convencerla de que no iba por el buen camino.
Como música de fondo, la voz martilleante de su madre, siempre hablando, hablando, hablando...
Pudo ver a Daniel. Su primer y último amor. El momento en que la decia:
Lo siento Eva. No podemos seguir viéndonos.
Eso si, solo dos días después de que ella probara el siento trasero de su coche.
La hizo tanto, tanto daño.
Vio su propia desesperación, devorando toneladas de comida, en soledad.
A la que creyó su "Amiga", cuando la sorprendió en el comedor de la empresa hablando y burlándose de ella.
La cara de indiferencia de todos sus compañeros de trabajo.
Y como denominador común: SOLEDAD, RABIA Y ARREPENTIMIENTO.
Arrepentimiento por no haber realizado sus planes. Por no decir en cada momento lo que pensaba, lo que sentía. Por faltarle la palabra justa en el momento oportuno.
Rabia. Una rabia que ardía en su interior cada día de su vida.
En definitiva, ODIO. Odio hacia si misma.
Notó en su paladar el dulce sabor de la sangre. Estaba mordiendo el interior de sus propios labios. Ya no deseaba despertar.
El Balance de su vida había dado como resultado un desprecio absoluto hacia su propio ser.
Soltó la mano del que había sido su guía a trabes del tortuoso y triste camino que era su vida.
Nunca pensó que pudiera llegar a tal extremo.
Gritó una y otra vez hasta que su garganta se quebró.
Entonces uno de ellos hablo.
Estamos aquí para salvarte. Para salvarte de ti misma.
No quiero que nadie me salve dijo ella.
Aun no has aprendido nada, pero tendrás tiempo, mucho tiempo.
No quiero tiempo, quiero morir.
¿Morir? Aquí esa palabra no tiene ningún significado, al menos tal y como tu la conoces.
¿Entonces...? ¿Donde estoy?
En tu interior. sentenció.
No, no puede ser. Esto no es mas que una maldita pesadilla.
Es TU pesadilla. La que tu has ido creando a lo largo de toda tu vida.TU y otros muchos como tu nos han creado. El odio, la desconfianza, la rabia, ese es nuestro alimento y nuestra razón de ser. Vivimos de vuestras miserias y miedos.
Con cada palabra y cada frase el rostro del ente iba tomando una forma mas definida, mas "REAL".La sombra fue dejando paso muy lentamente a unos rasgos que a Eva le eran muy familiares.
Horrorizada, pensó que se estaba viendo reflejada en un espejo, pero no era así, se contemplaba a si misma, al monstruo que tenía en su interior.
La imagen mantenía la expresión dura y amargada de tiempos pasados, aunque con muchos, muchos mas años. La tersura de su hinchados mofletes había desaparecido. En su lugar, colgaban dos jirones mezcla
de pellejo y carne que le colgaban por debajo de la barbilla. El pelo casi había desaparecido. Sus labios que en un tiempo fueron carnosos, dejaban paso a dos líneas casi invisibles, dentro de las cuales traslucían unos dientes completamente podridos. Hasta pudo percibir su aliento nauseabundo, pegajoso, como salido de una cloaca.
Ningún sueño podía ser tan real pensó.
Y estaba en lo cierto.
La mente humana, por retorcida que fuera, no podía crear un daño tan atroz consigo misma.
Entonces su corazón se negó a seguir funcionando. Se PARÓ.
Pero a pesar de todo su mente funcionaba. Estaba consciente. Se encontraba flotando en un mundo que se situaba entre la vigilia y el sueño, un LIMBO que para la mayoría de los mortales no existían mundo al cual había entrado para posiblemente no salir jamás.
Estaba abriendo las puertas de lo que para muchos seria el infierno.
Empezaba a comprender.
Y "ELLOS" se dieron cuenta.
El teléfono de la habitación de Eva sonaba insistentemente.
Al otro lado, la madre de Eva insistía una y otra vez.
Habían pasado mas de una semana y no tenia noticias de su hija.
Preocupada decidió ir a su casa, no sin antes comprobar que faltaba a su trabajo desde la ultima vez que hablo con ella, algo harto difícil tratándose de Eva.
Plantada frente a la puerta del apartamento, llamo una y otra vez sin recibir respuesta.
Aunque estaba muy alterada, cayo en la cuenta de que el conserje del edifico guardaba una llave de cada vivienda. Corrió a buscarlo.
Acompañada por el portero, abrieron la puerta. La imagen que presentaba la casa no la sorprendió demasiado, conocía a su hija. Al entrar en el salón su corazón dio un salto dentro del pecho.
Un olor, producido por la enorme mancha que reposaba pacientemente en la alfombra ,
inundó sus fosas nasales. La televisión estaba encendida y el mando a distancia reposaba medio oculto entre unas finas tiras amarillas y rojas de no se sabia que.
Algo terrible había sucedido.
Apresuradamente se dirigió al dormitorio.
Un grito desgarrador inundó la habitación.
Allí estaba su hija. Tendida en la cama. Sin vida aparente. Sus ojos completamente abiertos reflejaban un terror infinito. La sangre, ya seca, manchaba la barbilla y toda la boca o lo que quedaba de ella, ya que sus labios estaban desgarrados, hechos jirones. Sus manos mas bien parecían dos garras totalmente contraídas.
La dantesca imagen de lo que había sido su "QUERIDA" niña provoco el llanto.
Algo dentro de si la decía desde hacia mucho tiempo que algo parecido podía suceder.
El sentimiento de culpa afloro y desgarro sus entrañas.
Entretanto, el conserje, pálido por la trágica escena llamo a la policía.
Una hora mas tarde el Juez de guardia junto con el Forense ordenaron desalojar la estancia. Cumpliendo con su rutina habitual, se dispusieron a certificar la muerte.
Pero no pudieron constatarla.
A pesar de que no había pulso, de que su corazón no latía y de su relativa palidez
continuaba aferrada a la vida.
Fue trasladada a la U.C.I. del Hospital central.
Tras varios días de realizar todo tipo de pruebas, llegaron a la conclusión de que estaba
en un estado de Coma irreversible.
No pudieron explicar con exactitud el motivo por el que estaba en un estado Vegetativo.
Sus órganos vitales se habían negado a funcionar. Pero diferentes pruebas demostraban que su cerebro se mantenía en funcionamiento.
Gloria mantenía entre sus manos la mano inerte de su hermana Eva.
Durante los últimos siete años, Gloria había sido constante en sus visitas al Hospital.
El remordimiento es la peor de las cargas.
Cada vez que observaba Durante varias horas a su hermana, no podía evitar que las lagrimas inundaran sus mejillas. Nunca llegó a decirla lo mucho que la quería, demostrarla su arrepentimiento, su error.
Una y otra vez la repetía lo mismo, tratando de justificarse, de que ella, aunque fuera en lo mas profundo de su interior pudiera perdonarla.Perdonarla por haberse dejado llevar por los sentimientos que su corazón le dictara en su juventud.
Pero nunca obtenía respuesta.
Nadie comprendía ¿Por que? después de tanto tiempo, Eva mantenía la misma expresión de pánico que cuando fue encontrada.
Parecía que estaba inmersa en una desesperación infinita.
Y tal vez axial fuera.
Daniel El hombre que abriera el abismo interior de Eva entró en la aséptica habitación del Hospital.
Gloria cariño, se a hecho tarde, dijo mirando hacia el suelo.
Él evitaba siempre que podía, mirar el lecho de su antigua novia.
Si, estoy lista, susurró entre un sollozo.
¿Durante cuanto tiempo piensas continuar con esta situación?
Todo el tiempo que sea necesario contestó irritada.
El salió de la estancia.
Allí donde se encontraba, no existía el tiempo.
Ni el ESPACIO.
Solo una gigantesca espiral que siempre la conducía al mismo lugar.
Ya no solo cargaba con su propia culpa.También sufría la desesperación de miles de almas, que al igual
que ella en un "PASADO" no habían sabido valorar los muchos placeres que ofrecía la vida.
QUEJIDOS
LLANTOS
MIEDOS
Eran los únicos sentimientos que se percibían en ese LIMBO.
¿ Axial seria el resto de su existencia?
¿ Existía alguna salida?
A pesar de hacerse una y otra vez esas preguntas, sabia que no tenia retorno, pero a pesar de todo mantenía viva una pequeña llama de esperanza.
Algo había conseguido.Durante su vida pasada, jamás experimento esa sensación.
Gloria "descansaba" junto a Daniel.
De espaldas a el, no dejaba de pensar en el estado de Eva.
Ya no podía cambiar las cosas.
En lo mas profundo de su interior, y a pesar del amor que sentía por su marido, nunca pudo perdonarle el enorme daño que Daniel ocasiono a su hermana. Intento dormir.
Esperaba poder descansar, aunque solo fuera por una noche.
Últimamente dormía tan mal.
Ese horrendo sueño no la permitía alcanzar nunca un sueño reparador.
Su cuerpo estaba completamente paralizado.
Tan solo sus ojos respondían a los impulsos de su cerebro.
Moviéndolos incesantemente de un lado a otro, buscaba desesperadamente alguna referencia que pudiera darla alguna explicación a lo que la estaba sucediendo.
Sentía frió.
Su cuerpo desnudo reposaba sobre una cama metálica.
Repentinos impulsos de dolor la sobresaltaron.
Podía percibir perfectamente una viscosa mezcla de extraños olores.
Parecía todo tan real.Aunque era consciente de que no lo era al menos eso pensó.
Una insistente luz que procedía de la parte superior de la estancia, hería su retina.Pero sus párpados no respondían. Parecía condenada a presenciar un ritual del cual ella era la principal protagonista.
Sin saber de donde habían salido, vio ante si a un grupo de "Personas".
La rodearon amenazadores.
La potente lámpara que atormentaba sus ojos, partió aumentar su intensidad. No podía por mas que lo intentaba distinguir a sus visitantes, principalmente sus ROSTROS.
Intentaba moverse, gritar, huir, pero era imposible.
El único sonido que percibían sus oídos era el de su propio corazón. Un palpitar atronador, amplificado
hasta limites de locura.
Uno de ellos se acercó.
Se aproximó tanto que pudo percibir su aliento.
Fétido, nauseabundo.
Giro sus ojos hasta que la dolieron.
Las lagrimas nublaron su vista. Pero no lo suficiente como para poder ver la transformación que tenia
lugar en la imagen que acechaba sobre ella.
Las sombras dejaron paso a una cara identificable.
Perfectamente identificable.
Allí mismo, junto a ella estaba Eva.
Hola hermanita!Dijo Eva en tono poco tranquilizador.A pasado tanto tiempo.
Gloria intento hablar. Pero su garganta se negaba a emitir ningún sonido.La sensación de impotencia era infinita. Siete largos años intentado comunicarse con su hermana, y ahora que estaba frente a ella no podía decirle ni una sola palabra.
Lo se , lo se dijo Eva. No te preocupes.Se perfectamente lo que quieres decirme.Se lo mucho que has LLORIQUEADO sobre mi lecho de muerte.He sentido tus repugnantes lágrimas caer sobre mi cara.Tus sensibleros quejidos martirizaban mis oídos.¿Creías que no podía oírte? Pues Si.Y ahora he venido para responder a tus suplicas, para que sientas lo que yo he sentido a lo largo de mi vida y después de ella."Querida" mía. No sufras. Ya siempre estarás a mi lado, siempre...

La descarnada


La descarnada



En un pequeño pueblo a las afueras de Tenochtitlán, vivía un valeroso y celebre guerrero con su esposa, la cual jamás le había podido dar un hijo o hija, por lo cual era despreciada entre los miembros de la comunidad. Según la tradición, una mujer infértil debía ser expulsada de la sociedad para evitar que su presencia trajese el infortunio general. Pero el guerrero era compasivo y amaba a su esposa, además de que no perdía las esperanzas de tener descendencia con ella, razón por la cual había evitado que la comunidad exiliase a su mujer.

Sin embargo, cierta mañana el destino la desamparó y su esposo fue enviado a la guerra; mas, para colmo de males, poco después de que él se marchó, ella se dio cuenta de que estaba por fin embarazada. Entonces corrió, intentando alcanzar a su marido para darle la buena nueva. Pero no pudo alcanzarlo, pues una turba de enfurecidas mujeres la apedreó para cumplir con el absurdo rigor de la tradición, matando así al bebé que había en su vientre.

No obstante, tras ser apedreada la mujer rogó a los dioses que la ayudaran en su venganza, y los dioses la escucharon y le concedieron el poder de arrancarse la piel para aterrorizar a aquellas mujeres y después matar a sus hijos…

Ella podía quitarse la piel, ir a matar y luego volver a su apariencia normal, evitando de ese modo las sospechas. Logró así acabar con muchas de las mujeres que la apedrearon en las siete noches de terror que hizo vivir al pueblo antes de que su marido volviese de la guerra.

Cuando su esposo volvió, ella intentó quitarse la piel y salir a matar a las víctimas pendientes sin que él se despierte, sin que se dé cuenta, pero él se hizo el dormido y después la siguió, quedándo espantado al ver el oscuro poder de su esposa y lo que ésta hacía con ese poder. Él sabía que esas mujeres habían obrado mal, pero las acciones de su esposa le parecían desmesuradas, de modo que volvió rápidamente y le lanzó sal a la piel de su esposa para que jamás pudiese volver a colocársela.

Al regresar de su cacería, la mujer del guerrero se puso la piel, pero la sal le causó tal dolor que ella terminó muriendo retorciéndose de agonía. Había nacido La Descarnada.

Nunca más la volvieron a ver, pero desde su muerte fueron frecuentes las historias que hablaban de aterradores alaridos y lamentos que se oían cuando una mujer daba a luz, aunque esos alaridos y lamentos no provenían de la reciente madre sino del espíritu de La Descarnada, envidiosa de aquellas mujeres capaces de traer el hijo o la hija que ella nunca pudo engendrar…

La leyenda no se conoció mucho porque La Descarnada azteca solo se manifestaba en los alrededores de donde había vivido; aunque, hace no mucho tiempo, se dice que un grupo de hombres vio (antes solo se la había escuchado…) a la espantosa descarnada en uno de los senderos que hay en las faldas del Popocatépetl.

Nanis

UNA VISITA A LAS 1:30


UNA VISITA A LAS 1:30



Escrito por Yorgito


Al parecer todo había sido mi culpa pues fue mi idea abrir ese famoso café Internet en la zona satélite en la zona baja de Potosí (Bolivia), tenia que llegar el día en que uno de mis caprichos se vería frustrado y mal visto por muchos. "Dios por que tenia que suceder en mi café Internet".
Me llamo Jorge era el año 2005 y tenia 17 años ese año en mi familia surgió la idea de poner un negocio en casa, como era obvio yo opté por mis intereses, por la tecnología yo deseaba un café Internet, me costó mucho convencerlos pero ya me ven aquí estoy narrándoles esto.
El Café Internet ya se encontraba trabajando y pues funcionaba tal y como lo había deseado además aprovechaba para jugar con mis amigos, generalmente yo atendía por las noches y lo hacia hasta tarde algunas veces hasta 1:30 am. o a veces mas.
Un dia jueves me quedé a descargar música y a chatear con algunos amigos ya eran las 1:30 am. y no había cerrado el café aún, fue entonces que alguien entró, se trataba de una chica muy linda pero un poco morena quería decirle que ya cerraría, pero algo me detuvo y no se lo dije.
Ella simplemente se sentó en la maquina 9 y utilizó la computadora sin decir nada igual que muchos otros clientes, sentía ganas de ir al baño y como vi que ella estaba muy en lo suyo no me preocupé y fui, al volver del baño como era lógico ella ya no estaba habrían pasado a lo mucho 5 minutos. Me preocupaba si se había robado algo pero se robó mi atención.
Pasaron los días como si nada hasta que fue Jueves otra vez, la verdad yo deseaba que ella volviera a presentarse y así fue se ella se presentó a las 1:30 con las misma ropa como en la primera vez un pantalón jean y una chaqueta oscura, quería hacer charla con ella y me acordé que el anterior jueves ella se había ido sin pagar y pensaba en utilizarlo como entrada y entonces le dije: "Espero que esta noche no me deje solito, no se preocupe por el dinero de la anterior semana pero espero que siquiera me diga su nombre"..., me sentí tan tonto al no escuchar ninguna respuesta tuvieron que pasar largos segundos para que dijera: "Soy Adriana solo necesito 5 minutos del Internet, lo siento pero no puedo pagarle hoy se lo pagaré pronto lo juro y por favor le agradeceré que me deje sola para poder llegar a casa rápido".
Me quedé callado para pensar que hacer pero simplemente me fui a mi computadora y al poco rato ella se fue. Esa noche me sentía intrigado por que no sabia como acercarme a ella pues sentía cierta atracción.
Los días pasaban y el café Internet tenia mas clientes incluso había personas que colocaban en nuestra puerta avisos de todo tipo desde avisos comerciales hasta avisos de extravíos. Bueno otra vez llegó el jueves como si nada y como era de esperar ella se presentó pero esta vez solo permanecí callado, esta vez esperé a que ella se fuera salí tras de ella para ver por donde se iría, ella caminaba calle arriba muy rápidamente podría decirse que hasta corría, era algo muy raro pues se alejaba muy rápidamente. Decidí volver dentro pero antes de entrar noté que la puerta tenia mas avisos, un pequeño escalofrío hizo que dirigiera mi vista a un aviso: entonces la vi, era ella, Adriana, me quedé sorprendido pero mas me impactó el contenido del aviso.
Según el aviso Adriana había desaparecido hace mas de 2 meses, por mayo. No me quedaba duda de que era ella, me sentía culpable por haber recibido a una extraña cada jueves solo podía hacer lo mas lógico llamar a su familia.
Pasado ese día me comuniqué con su madre para contarle todo, me sorprendió su reacción pues a pesar de todo no había perdido la esperanza de que su hija apareciera, en su llanto me dijo que ella es su única familia, finalmente acordamos que el siguiente jueves vendría a mi café para hablar con su hija, también quedamos que solo nosotros dos solucionaríamos esto.
Llegó el día jueves y su madre esperaba paciente pero no había rastro de ella, pasaron las horas y Adriana no aparecía de alguna forma, pensé que ella se dio cuenta de todo y quería evitar a su madre. Ya eran las 3:00 am. Y la madre decidió irse y se fue tratándome de mentiroso de un insensible, no le respondí nada pues hasta pensé que yo estaba loco y que lo había soñado, cuando decidí cerrar el café Internet apareció ella, simplemente ocupó su máquina 9, como siempre y como siempre lo hizo en completo silencio, permanecí callado al pasar unos cuantos minutos le dije: "La policía te busca, tu madre también por que no regresas a casa" – pero no me respondió absolutamente nada, fue entonces que le dije que esta vez no la dejaría ir y entonces ella se puso de pie y se dirigía a la puerta pero me atreví a tomarla del brazo, mala idea.
Oh Dios lo que sentí ese momento, el frio mas puro y congelado desgarró mi cuerpo, sentí que mi brazo se había desprendido de mi cuerpo, todo indicaba que ni siquiera la toqué. Entonces cai en el piso y me quedé allí para poder recuperar la sensibilidad.
Al día siguiente fui con su madre le expliqué todo, pero no me creyó ni una palabra, ella solo quería que la dejara en paz, entonces le rogué que por lo menos me dijera que pasó el día en que desapareció y ella respondió: "fue a mandar un correo por Internet a su enamorado que estaba fuera de la ciudad" y en un segundo mi cabeza se llenó de de ideas pero no sacaba una conclusión lógica para que ella estuviera desaparecida, pero no de Café Internet...... Dios por que tuvo que ser mi café Internet.
Ese día mientras almorzaba no podía dejar de pensar en Adriana y sin darme cuenta la respuesta a mi intriga se desarrollaba en la televisión.
"Hace algunos horas en la zona baja de la zona Satélite se hizo el levantamiento de un cuerpo se trataría de la señorita Adriana Quintana López quién habría sido declarada desaparecida hace un par de meses, al parecer todo indica que la chica se habría suicidado tirándose del puente que se encuentra en esa zona, en su vestimenta se encontró una carta dirigida a su madre la cual ya esta en manos de ella".
El sudor se apoderó de mi cuerpo como nunca, no lo podía creer que era aquello que venia a mi café cada jueves. Ese día cerré temprano aunque fuera viernes pero sentía miedo por que tarde o temprano llegaría jueves.
Llegó el día y cerré aún mas temprano y me fui a mi habitación para dormir, pero no podía conciliar el sueño, el silencio se apoderó de mi habitación que incluso podía oír los latidos de mi corazón, pero pronto se presento otro sonido, provenía de mi café Internet todo indicaba que alguien trataba de entrar al salón el sonido despertó a mi familia y junto conmigo fuimos a ver que pasaba, al llegar al salón del café como era lógico no había nadie, pero fue una frase de mi padre que me dejo paralizado "La máquina 9 sigue encendida alguien apáguenla de una vez y vayámonos a dormir", era cierto la máquina estaba encendida y en la mesita de esta había unas cuantas monedas, sentía que un trozo de hielo pasaba por mi espalda, era el terror mas puro en mi cuerpo.
Al día siguiente me enteré que el cuerpo de Adriana permanecía aún en la morgue por el motivo de su autopsia y que ese mismo día o sea viernes se procedería a su entierro. Llegó el día jueves y de alguna manera sabia que nada pasaría de alguna forma su misa o su entierro apaciguó su alma, al menos eso creo pues desde entonces no hay mas presencia que de los vivos en mi café Internet.

sábado, 8 de noviembre de 2014

AUTOMÓVIL NUEVO




AUTOMÓVIL NUEVO


Escrito por Deysi Coa


Cuando estaba a punto de cumplir 17 años lo que más me hacía ilusión era pensar en el regalo que mis padres me darían, mi automóvil nuevo. Había estado practicando mucho para por fin obtener mi permiso de conducir y lo había logrado, ya sólo faltaba tener mi tan anhelado automóvil.
Estaba contando los días para que llegara mi cumpleaños y por fin pudiera tenerlo. Al fin llegó el tan esperado día y por supuesto con él llegó mi automóvil nuevo. ¡No podía creer que por fin fuera mío!.
Estaba tan contenta por al fin poder manejarlo... pero lo que mis padres dijeron me dejó con un nudo en la garganta: "sólo podrás manejarlo con nuestra supervisión" ¿Cómo podían decirme eso aun sabiendo todo lo que esperé para tenerlo? Por más que supliqué ellos no cambiaron de opinión, y yo, pues no tuve más remedio que aceptar esta impuesta situación, sólo podía manejar para ir al supermercado con mamá o acompañarla a dejar a mi hermano pequeño a la escuela, pero eso era todo.
Días después supe una gran noticia, mi grupo de rock favorito se estaría presentando en una ciudad cercana a la mía y me moría de ganas de ir con mis tres mejores amigas y por supuesto mi automóvil. Esto parecía imposible por la orden de mis padres pero de repente el panorama cambió cuando ellos anunciaron que pasarían el fin de semana en nuestra casa de la playa, así que era la oportunidad perfecta para usar el auto sin que ellos lo supieran.
Emocionada llamé a Lisbeth, Joana y Karla y les dije mi plan, ellas por supuesto aceptaron de inmediato ya que también tenían muchas ganas de asistir al concierto. Así que me dispuse a dejar a mi hermanito con la vecina y a salir a divertirme.
Todo salió conforme a mi plan, el concierto estuvo mejor de lo que imaginé y mis tres amigas y yo nos divertimos muchísimo. Íbamos de regreso a nuestra casa y como es de esperar a esa hora de la madrugada la carretera estaba vacía, no sé si fue por la emoción del concierto o el hecho de estar manejando mi auto sin mis padres por primera vez pero empecé a acelerar demasiado, la euforia no me permitía controlarme. Pasábamos por una curva muy cerrada y no lo pude controlar, el auto se salió del camino y empezó a rodar por un barranco de más de 20 metros. No pueden imaginarse cómo se siente al estar dentro de un auto que da vueltas y golpearse una y otra vez.
Karla gritaba histérica, Joana lloraba, pero Lisbeth permanecía callada, yo sólo estaba atónita sin creer lo que estaba sucediendo, fue entonces cuando perdí el conocimiento.
Cuando desperté estaba afuera del auto, me había salido de él cuando daba vueltas, sorprendentemente pude levantarme fácilmente. Esto me extrañó bastante ya que después de un accidente como este a fuerzas tenía que dolerme algo, pero no, corrí hacia el auto pero lo que vi me impactó y creo que nunca lo podré olvidar: Joana estaba acostada, su cabeza estaba en una posición en la cual me pude dar cuenta de que se había roto el cuello; Lisbeth estaba con la cabeza sobre una piedra, pensé que sólo estaba inconsciente pero al levantar su cabeza mis manos quedaron llenas de sangre, había muerto también; Karla aún estaba viva pero en una posición muy mala, lo último que dijo fue: "nos la pagarás" y murió.
Una ambulancia llegó y se llevó los cuerpos.
Han pasado tres meses y aunque al principio me negué a creerlo, con el tiempo pude darme cuenta de algo, aunque aparentemente a mí no me pasó nada yo fui la que murió primero pero por alguna extraña razón mi alma no se separó de mi cuerpo. No me late el corazón, y aunque como y bebo con normalidad tengo que vomitarlo inmediatamente porque mi cuerpo no lo tolera. Es cuestión de tiempo para que mis padres se den cuenta de que soy una muerta en vida, y no quiero ni pensar qué harán conmigo en cuanto lo descubran.
Por otra parte, no quiero morirme, porque mis tres amigas se me aparecen cada noche delante de mi cama, con la apariencia que les quedó el día del accidente, y no hacen más que jurarme que cuando muera, me arrastrarán hasta el infierno y me torturarán durante toda la eternidad. Creo que estoy a punto de enloquecer.

LA CASA EMBRUJADA






LA CASA EMBRUJADA


Escrito por sandra lorena

Hace algún tiempo, en un paseo que hice a los bosques de la ciudad de México, íbamos por la carretera, cuando de pronto el auto en el que viajábamos mi prima Angela y yo, se paró sin razón, lo habíamos alquilado y nos habían asegurado que todo estaba bien, por lo que decidimos bajar del auto y pedir ayuda, ya como mujeres inexpertas que éramos en mecán
ica, ni siquiera lo intentamos arreglar, teníamos miedo de estropearlo más de lo que ya estaba.

Nos colocamos las dos en el arcén de la carretera esperando que algún auto pasara y nos ayudara, era alrededor de las cinco de la tarde, y como era en el mes de noviembre ya empezaba a oscurecer, empezamos a sentir miedo e inseguridad, nosotras en plena carretera y solas.
Pero nuestra suerte cambió en pocos minutos y mi amiga Angela logró detener un auto, era un joven muy guapo, nos preguntó que pasaba y nosotros no supimos explicarle exactamente el problema que tenía el auto, el joven levantó el capó y miró si el auto tenía algún desperfecto, pero como ya oscurecía y no teníamos ninguna linterna el joven nos sugirió:
- Miren, vivo cerca de aquí, en una pequeña casa, muy humilde, vivo con mis abuelos, pero con todo gusto les ofrezco mi casa y mañana bien temprano vamos al pueblo mas cercano y buscamos ayuda, y si no es algo grave hasta yo les puedo ayudar sin ningún compromiso..¿que dicen?
Angela y yo nos miramos y pensando que era peor quedarnos solas en la carretera, aceptamos la propuesta del joven.
Ocultamos el auto entre unos árboles y nos dirigimos bosque adentro hacia el hogar del joven, efectivamente no se encontraba lejos de la carretera, cuando entramos a la casa, estaban una linda pareja de ancianitos sentados en unas mecedoras de madera, muy callados, la abuela sólo nos sonrió, nosotras contestamos el saludo y el joven inmediatamente nos llevó a lo que sería nuestro cuarto.
Al llegar la noche, Angela y yo no podíamos dormir de tantos ruidos que escuchábamos, decidimos salir para ver que pasaba, y vimos que el cuarto del joven tenía la luz encendida, y escuchábamos como se aclamaba desesperadamente a Dios pidiendo repetidas veces perdón...pero no sabíamos
por qué, Angela se acercó al barandal de la escalera y me dijo:
- ¡Mira!...
Estaban bajo nosotras las dos mecedoras que se movían como si algo o alguien estuviera sentado ahí, meciéndose, no había viento ni nada que las moviera, las dos nos miramos asustadas y corrimos a nuestra habitación para encerrarnos, cuando amaneció ninguna de las dos había podido dormir. Cuando salimos de la habitación había un silencio sepulcral, que hasta daba miedo, estábamos tan asustadas que decidimos salir de de la casa y buscar el auto, al fin de cuentas no caminaríamos mucho.
Cuando llegamos al auto, cual seria la sorpresa, que arrancó a la primera, sin ningún fallo y logramos irnos de ese misterioso lugar el cual nos causaba miedo.
Llegamos a un restaurante del primer pueblo que encontramos, teníamos mucha hambre, un policía que se encontraba sentado cerca de nosotras nos preguntó:
- ¿Es de ustedes ese auto que esta afuera?
- Si.- le respondimos.- ¿Por qué oficial?.
- Me pareció haberlo visto en la orilla de la carretera.
_ Ah si, lo que pasa es que nos quedamos en una casa que esta cerca del lugar, ya
que nuestro auto se paró y no podíamos arrancarlo.
_¿Donde dicen que se quedaron?
_ En una casa que esta cerca de allí.
_ La única casa que está cerca de allí es la de los Sres. Sánchez.
- ¿Unos que viven con un joven?
- Dirán, vivían, hace tiempo que murieron los abuelos, al parecer cuentan que el
joven los mató y después se suicidó. Se encontraron los cuerpos de los abuelos sin
vida sentados en sus sillas y el joven colgado de su cuarto.
- No puede ser oficial, tal vez sea otra familia la que usted nos dice, porque nosotras estuvimos en esa casa, y ahí estaban los abuelos y el joven, la abuela
hasta nos sonrió y el joven nos prestó una habitación.
- Pues quien sabe muchachas, tal vez esté equivocado, puede ser alguna otra cabaña del lugar que yo no conozca, pero no lo creo, este pueblo es muy chico y vivo aquí desde que nací, y créanme, según yo, la única casa separada del bosque es esa, pero
para salir de dudas, ¿por qué no vamos al lugar donde dicen ustedes que se quedaron a pasar la noche?.
Decidimos llevar al oficial a la casa, tal vez porque queríamos escuchar de sus palabras, que efectivamente, se había equivocado y nosotras nos quedaríamos tranquilas.
Pero cuando llegamos al lugar, el oficial afirmó que realmente era la casa de los abuelos asesinados y del joven que se había suicidado. Nosotros le creímos porque la casa ya no estaba igual, cuando entramos, era una casa totalmente abandonada, sin techo, con telarañas, ahí estaban las dos sillas solas y del techo de la habitación del joven, aun colgaba la cuerda con la que había sido ahorcado.

ESTÁS SOL@








ESTÁS SOL@


Escrito por Anónimo

Elvira era una niña de unos diez años que no tenía papá, su mamá trabajaba todo el tiempo por lo que tenía que dejar a su hija sola en casa, pero una noche, sintió un escalofrío y tuvo miedo de dejarla sola, pero como no podía dejar su trabajo ya que era su único sustento decidió irse.

"voy a llamarte cada 2 horas para ver como estas y no le abras a nadie, cuando llegue tocaré la puerta tres veces".
La madre cerró la puerta y se marchó, Elvira, asustada y sola decidió dormir para que pasara el tiempo sin darse apenas cuenta .
Al poco rato, el teléfono sonó despertando a la niña, se levantó del sillón y apresurada cogió el teléfono con la esperanza de escuchar la dulce voz de su madre:
- Mamá, ¿Eres tu?, ¿mamá?,¿mamá?....
Pero nadie contestó. Desilusionada y asustada colgó el teléfono y se fue a la cama mientras se tranquilizaba para quitar importancia a lo ocurrido.
- Después de todo la llamada se habrá cortado. Pensó Elvira.
De pronto, antes de que se acostase el teléfono volvió a sonar, al llegar y descolgarlo:
-¡Bueno..mamá no es gracioso contesta..mamá, estas asustándome!.
Elvira colgó de nuevo el teléfono y regresó a la cama, esta vez más asustada.
De pronto llamaron la puerta TOC TOC pero no hubo una tercera vez por
lo que Elvira decidió no abrir ya que su madre le había dicho que tocaría tres veces.
Al caer la noche la madre no había regresado y Elvira empezó a preocuparse y de nuevo el teléfono sonó.
-Bueno..mamá, ya es tarde ven a casa.
Del otro extremo del teléfono sólo se escuchó:
-Tu estas sola ahora.
Elvira colgó rápidamente el teléfono desesperada empezó a llorar corrió hacia la puerta para ir con alguno de sus vecinos para que llamaran a la policía, pero al salir Elvira encontró el cuerpo de su madre tirado en el suelo, ensangrentado, desgarrado totalmente, sus piernas horriblemente torcidas hacia ambos lados, sus brazos
quebrados como si un trailer hubiese pasado varias veces por encima.
Elvira no pudo resistir el tremendo impacto y cayó desmallada perdiendo el conocimiento, cuando despertó. Cuando despertó ya estaba en un centro de psicología infantil.
Aunque la ayudaron a superar la traumática experiencia, ella no dejaba de soñar con esa voz que le decía una y otra vez:
- Tu estás sola ahora...
Los psicólogos creían que Elvira había sido la culpable de la muerte de su madre, pero Elvira pensaba que eso no era cierto.
Elvira quería mucho a su madre y soñaba todos los días con ella.
Hoy aunque han pasado diez años de aquel trágico incidente, Elvira sigue en tratamiento y totalmente traumatizada en un centro psicológico.
¿Qué como se todo esto?, simplemente porque yo soy Elvira y quiero decirte a ti que estás leyendo estas lineas:
- TU ESTAS SOL@ AHORA.

ESPECTRO







ESPECTRO


Escrito por Roberto Fabio

Thoumas se despertó con un sonido raro en sus oídos, como el que hace una pala al chocar con la superficie de la tierra. No se quejó. La oficina le absorbía tanto tiempo que ya su realidad se circunscribía sólo a su pensamiento. Al lavar su cara recordó la pesadilla de la noche anterior, ese mal sueño ya formaba parte de su personalidad, siempre era el mismo.

Con el sólo hecho de cerrar los ojos se encontraba caminando de nuevo por Ustkaari, la calle más desierta de todo Helsinki, junto a su inseparable Marco. Nunca imaginó que un rastii sediento de sangre les seguía los pasos, ni siquiera recordaba su conversación, sólo permanecía en su mente aquel hachazo asesino que le hundió el cráneo a su amigo. Quizás fue el shock postraumático o el olor a sangre lo que le hizo perder el sentido, cuando despertó aún se encontraba el cuerpo inerte de Marco pero ni la sombra del brutal homicida. Ese sueño se repetía noche tras noche.
Thoumas pensó que debía ir a ponerle flores a su amigo, ya que nunca lo había hecho. No por indolencia sino porque no quería toparse de bruces ante ese horrible recuerdo. Quizás si visitaba la tumba de Marco sus pesadillas huirían, pues cumpliría con una deuda moral. El único problema radicaba en su horario de trabajo, era tan estricto que la única posibilidad que tenía era de noche, al término de jornada. Eso no lo amilanaba pues estaba dispuesto a ir aunque fuese de madrugada.
La entrada del cementerio oeste de Helsinki es majestuosa. Toda una amalgama de ángeles y cruces de estilos diversos velan el aposento. Por supuesto, tuvo que sobornar al celador debido la hora, eran casi las 10:30 de la noche. Con el papel de la dirección de la tumba en su mano, comenzó a buscar, para su suerte la luz del alumbrado era potente. No tardó mucho en encontrar lo que deseaba. Enseguida efectuó el ritual, le colocó manojo de lirios en la cripta a su amigo, estuvo un par de minutos en silencio y viró la espalda. Cuando se acercó a la puerta de entrada se dio cuenta que el celador ya no estaba ahí. A pesar de las inmensas ganas que tenía de marcharse y del frío bestial de esa noche, esperó un rato al guardia. Casi una hora después Thoumas perdía la paciencia, debía buscar la salida trasera porque el farallón que se alzaba ante él era tan inmenso que se necesitaba a un alpinista con todo su equipo para conquistarlo. No le molestaba salir por detrás, pero sí volver a pasar frente al sepulcro de Marco y recordar aquel maldito hachazo. Comenzó a caminar buscando el fondo del cementerio, observó a su paso hermosas esfinges, angelitos que parecían retozar sobre las lápidas, trabajos escultóricos muy finos dedicados a los caídos y flores con un tenue rocío. Al acercarse a la tumba de Marco notó con indescriptible asombro que se encontraba abierta. Esto era más que una aberración, pues el cráneo del cadáver tenía un horrible aspecto y forma debido al golpe y no servía ni para estudiar anatomía. El sepulcro colindante también estaba abierto, ambos despedían una columna de niebla fétida. Era un vaho nauseabundo con un olor dulzón, recordó el olor a sangre que le hizo sucumbir la fatídica noche del asalto. Estaba ante la verdadera esencia de la muerte.
Aunque petrificado de horror, Thoumas pensó que debía informar al celador lo que había ocurrido, pero cuando quiso moverse ya no podía. Estaba atrapado entre dos brazos de humo verde que lo arrastraban hacia el ataúd de Marco, una mano huesuda lo lanzó hasta el fondo de la tumba. Sintió una sensación de asfixia, sabía que no estaba solo, a pesar de haber observado bien que el ataúd estaba vacío. Miró a su derecha y nada, pero a su izquierda: ¡Horror!, un cadáver espantoso con un enorme hueco el cráneo yacía a su lado. Lo único agradable era que ya el humo verde había desaparecido. Se levantó y salió de aquel horrible encierro, pero nada más se incorporó, una fuerza casi magnética lo tiró de espaldas en el sepulcro de al lado. Ésta vez la sensación era diametralmente opuesta. El ataúd estaba hecho para un hombre de su tamaño y grosor. Ahora sí que estaba solo y hasta increíblemente cómodo. Por primera vez desde la noche del crimen Thoumas se sintió satisfecho, cerró sus ojos sonrió complacido.
4:30 AM; el celador pasó su última ronda. Mientras caminaba entre tumbas leía por entretenimiento las lápidas, había una que decía: Marco Sorvali (2/6/1978 – 7/4/2006) y a su lado: Thoumas Warman (21/9/77 – 7/4/2006)
Cuando las almas perdidas entran al cementerio, no salen de él.

LOS RUIDOS DE LA AZOTEA







LOS RUIDOS DE LA AZOTEA


Escrito por Larry

Poco antes de mudarme a San Francisco tenia un apartamento en Chicago donde me ocurrió esto: Todos los sábados quedaba con mis compañeros de universidad para jugar al béisbol al baloncesto o cualquier otra cosa, pero ese día me quede a estudiar mientras mis compañeros fueron a ver un partido de béisbol.

Bueno eran ya las 19:00 o por hay cuando empezaron a venir ruidos de la azotea extraños, como pasos, respiraciones, andadas de perro, cadenas...Lo que mas me extraño es que allí arriba no se podía subir a no ser que tuvieran la llave pero no la podían tener por que yo era el único que tenia la llave de la azotea por que era el único que no trabajaba y la comunidad me la dio a mi para que si ocurría algo por ejemplo que se rompa las antenas llamar al técnico,en fin que no podía haber nadie.
Ya pasadas las 20:00 seguían los ruidos y subí a comprobar que ocurría pero me encontré con mayor sorpresa,la puerta entornada con candados y cadenas haciendo que fuera imposible abrir...
Con media lección que estudiar y con un cabreo que no veas por la bromita llame a la policía, llegaron en media hora y se quedaron que no sabían ni que decir pero cogieron el hacha y clac!!! rompieron 6 kilos de cadenas al menos entraron a comprobar y la azotea tenia neblina como si se hubieran puesto a cocer algo y el humo estuviera todo allí miraron en todos lados y me dijeron que era imposible lo ocurrido la puerta estaba cerrada por dentro y nadie puede saltar 18 pisos sin matarse se fueron sorprendidos y yo aun mas.
Sobre las 23:00 los ruidos volvieron y hoy cadenas me entro un poco de miedo y toque la puerta a Mickael era un excelente peleador de king boxing y si algo pasaba el me defendería ya que era 8 años mayor que yo y nuestra amistad era excelente, bueno que fuimos arriba y vimos algo blanco flotando que movía cadenas aun seguí nos quedamos helados el le hizo una foto con el móvil y yo con mucho miedo le dije a la cosa blanca que que hacia,ella no contestaba pero se giro y nos miro yo sentía que me observaba y se fue hacia la azotea.
Mickael tiro de una patada la puerta y miramos por toda a azotea no había neblina no habían rastros de esa cosa blanca ni de nada parecido a algo blanco flotante.
Bueno Mickael enseño la foto a la policía ellos no daban crédito pensó que era una broma yo y Mickael nos mudamos a otra casa y fuimos compañeros de piso hasta que termine mis estudios y me fui a San Francisco a trabajar.

Jack O Lantern y las Calabazas de Halloween


Jack O Lantern y las Calabazas de Halloween



Quizás las calabazas de Halloween sean los símbolos más reconocidos de esa noche tan especial. Pero, ¿de dónde vienen estas calabazas? ¿Cuál es su origen?

Uno de los personajes más populares y arraigados de Halloween, es Jack O Lantern. Este personaje surge de una tradición irlandesa. Antiguamente en Irlanda, se vaciaban patatas enormes, colinabos y nabos (las calabazas actuales en Irlanda no se encontraban). Con ellas se formaban terroríficas cabezas que eran iluminadas con velas y que se utilizaban como faros en la noche de los muertos. 

La leyenda de Jack O Lantern dice que a un avaro borracho llamado Jack se le apareció el Diablo para tomar su alma. Hábilmente, Jack lo engaño para que tomasen primero una cerveza, antes de ir al infierno. Para pagar su cerveza, el Diablo tuvo que transformarse en una moneda de seis peniques. Jack la cogió, la metió en su bolsa, cerró con la cerradura en forma de cruz que poseía la bolsa e impidió así que el Diablo saliera.

Finalmente, Jack liberó al Diablo con la condición de que le dejara un año más antes de partir. Doce meses más tarde, el Diablo volvió, pero Jack se la volvió a jugar. Cuando Jack murió, el cielo le cerró las puertas y el Infierno también, a causa de sus farsas y engaños. Jack se quedó sin otra opción que vagar por el mundo. Desesperado, negoció con el Diablo que le diera carbón ardiente, para alumbrar su camino en la oscuridad.

Jack puso este carbón en un nabo. Y así dice la historia que fue condenado a vagar con su faro hasta el Día del juicio final.